Repasamos la trayectoria del empresario Antonio Suárez Gutiérrez dentro del sector pesquero mexicano
Antonio Suárez Gutiérrez es fundador de uno de los holding dedicados a la actividad pesquera, portuaria y alimenticia más importantes de México: Grupomar. A lo largo de su recorrido profesional, el empresario ovetense se ha enfrentado a constantes retos, encontrando oportunidades únicas de crecimiento que le han ayudado a transformar el mercado nacional de la pesca y la alimentación de consumo masivo.
Suárez Gutiérrez, nace en 1942 en Oviedo. El inicio de su recorrido empresarial comienza a mediados de los años 60 en Europa, en una compañía española de distribución de pieles finas. Se introdujo de lleno en el sector de la pesca a través de su asociación con la empresa estatal mexicana IPO, conocida como la Industria Pesquera de Oaxaca, y establece sus primeras relaciones comerciales: “Yo comencé a distribuirles en Europa. Empezamos a distribuir pieles. En ese entonces se pescaba la tortuga marina, y distribuía pieles de tiburón. Luego, en 1968, me quedé con las instalaciones de IPO. Fue así que la compré y me dediqué a la pesca”, detalla el empresario ovetense.
Al casarse con su pareja en 1970, Antonio Suárez decide trasladarse a México para dar inicio a su actividad en el mundo del comercio acuicultor mexicano. A lo largo de esta década, Antonio Suárez Gutiérrez se enfrenta a un gran punto de inflexión en su negocio: el gobierno le obliga a vender su negocio a la empresa pública Productos Pesqueros Mexicanos debido a una política de reserva de las especies marinas capturadas.
Ante la inesperada venta de su negocio a inicios de los años 80, el empresario ovetense Suárez Gutiérrez considera retirarse definitivamente de esta actividad comercial. En ese momento, recibe una invitación del titular de la Secretaría de Pesca de la nación, Fernando Rafull Miguel, para participar en una nueva flota atunera en México que se estaba creando.
Comienza la inversión en el Atún mexicano de Antonio Suárez
Con esta llamada, Antonio Suárez abre la puerta a su inversión en el negocio del atún y la construcción de dos buques de pesca. No obstante, los problemas no dejaron de surgir: a mediados de 1980 se dio el primer embargo por parte de Estados Unidos en contra de la actividad pesquera de México. En ese momento, para evitar una mayor pérdida, Antonio Suárez Gutiérrez toma la decisión de llevar sus barcos a la costa africana para extender la comercialización al mercado europeo. En sus años de negociaciones con el gobierno mexicano y brokers europeos junto con el impulso dado por la Asociación Nacional de Productos de Atún, logran la retirada del embargo por parte de los entes americanos en 1986.
Con la evolución de su flota atunera mediante adquisiciones y asociaciones, en 1988 fue considerada como la más grande del mundo. Dos años más tarde, con el segundo embargo por parte de Estados Unidos, se establece la prohibición de la compra de atún mexicano. Ante la pérdida de ventas, Antonio Suárez Gutiérrez se ve en la obligación de asociarse con el Banco de Comercio Exterior.
En esta asociación, el empresario ovetense da inicio a la transformación de su negocio al intercambiar una parte de su flota por una de las plantas de la institución bancaria. Es así como da vida a la marca de atún enlatado Tuny en 1996. “O nos integrábamos o ya no pintábamos en este negocio. Empezamos a adquirir barcos y terminamos interesándonos en una planta que adquirimos en Manzanillo. Una planta que había construido el gobierno, que estaba inactiva. Nos integramos y ahí surgió la marca Tuny”, explica Suárez Gutiérrez. Con el crecimiento y la modernización de su empresa Grupomar, actualmente son considerados líderes en las actividades de pesca, servicios portuarios, industrialización y comercialización de alimentos de consumo masivo, representados a través de la marca integrada de atún enlatado Tuny.
El alcance empresarial de Antonio Suárez Gutiérrez
A lo largo de su trayectoria profesional Suárez Gutiérrez ha llegado a fundar más de 20 empresas mexicanas con inversión en países como Japón, España y Estados Unidos. Entre sus empresas de mayor reconocimiento se encuentra el ya mencionado conglomerado Grupomar que ha llegado a funcionar como uno de los pilares de la estabilidad económica de México. “Estamos haciendo ahora más de un millón de latas al día de distintos productos, facturamos más de 300 mdd al año y empleamos a más de 2,000 personas directamente”, recalca el empresario.
El empresario también ha dejado huella en proyectos de gran impacto social. Parte de su labor se cuenta la promoción de becas de estudios con el conglomerado Grupomar para jóvenes de bajos recursos socioeconómicos, y su ejercicio como benefactor de la Universidad del Mar en Oaxaca y del Patronato de Restauración de Obras de Artes Coloniales.
Como reconocimiento por sus logros empresariales y personales, Antonio Suárez Gutiérrez ha recibido una serie de títulos y reconocimientos de valor, como “La Orden del Águila Azteca” por parte del Presidente de la República Ernesto Zedillo Ponce de León, “La Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil” y la “Encomienda de Número de la Orden de Isabel la Católica” por parte del Gobierno Español.